El dolor de espalda es mucho más habitual de lo que todos imaginan, ya sea principalmente lumbar o cervical. Sin embargo, al producirse en concreto una hernia discal pueden verse afectadas una o varias de las estructuras nerviosas que se encuentran en este nivel. Hoy hablamos sobre el dolor lumbar, hernia discal y ejercicio.

El principal síntoma es el famoso dolor ciático, que de manera habitual se confunde con un simple dolor muscular. Pero, como rasgo característico, el ciático es un dolor que baja por la cara posterior del muslo, sigue por la pierna y llega hasta el pie, por lo que hay que prestar especial atención a esta posibilidad.

Adaptar rutinas para la espalda

Si bien es fundamental evitar el sobrepeso con una vida saludable en base al ejercicio y la alimentación adecuada, también es cierto que muchos de esos ejercicios pueden resultar molestos para este tipo de lesión. Es por eso por lo que a continuación repasaremos algunos consejos para lograr entablar una mejor relación entre dolor lumbar, hernia discal y ejercicio.

Definición
Ejercicios básicos espalda sana. En primer lugar, debemos mencionar que una hernia discal se produce cuando uno de los discos que separan las vértebras sufre un deterioro a causa del tiempo o bien se sale de su sitio. En ambos casos el síntoma principal es el dolor agudo y las molestias tanto en esa zona particular donde se produjo la lesión como en zonas como el cuello, los hombros y los brazos.

Aunque se trata de una lesión que necesita como principal tratamiento el reposo, en ciertos casos puede llegar a implicar una cirugía. Sin embargo, después de un tiempo no solo no se la considera un impedimento para realizar deporte, sino que, por el contrario, el ejercicio es considerado uno de los mejores métodos para su tratamiento.

Así como es uno de los mejores métodos, hay que tener en cuenta que es indispensable la consulta con un profesional. Y a que realizar el ejercicio correcto de la manera incorrecta puede generar grandes problemas e incluso agravar la lesión.

Ejercicios básicos
Si te estás iniciando en el mundo del deporte, caminar es la forma más básica de comenzar con actividad física de forma tranquila y moderada. Después podrás aumentar la forma y la intensidad de trabajo, por ejemplo, con una bicicleta estática. Si observas la aparición de algún dolor, un especialista podría modificar el ejercicio y aportar todo su conocimiento en beneficio de tu cuerpo y tu salud, pero es importante mantener un mínimo de entrenamiento aún estando lesionado, siempre que sea posible.

Hernia discal y ejercicios
Debes tener en cuenta que todo proceso que ocurra en el sistema musculoesquelético necesita un proceso de adaptación para que tu mente también logre incorporarlo y adaptarse al cambio. Enseñarle al cuerpo a que puede moverse sin dolor necesitará de ejercicios con intensidad progresiva donde deberá estar adaptándose constantemente la carga. Una vez alcancemos diferentes fases, podremos aumentar la carga tanto en intensidad como en tiempo.

Adaptar rutinas
En este apartado no nos referimos solo a la rutina específica de entrenamiento. Sino que deberás hacer parte de tu rutina diaria (o semanal) a los ejercicios correspondientes.

A la hora de practicar deporte, y más cuando hablamos de un tratamiento por una lesión como una hernia, es importante conocer la frecuencia con la que deberás repetir esa actividad física para reducir el riesgo de posibles recaídas futuras y para no empeorar la lesión.

Si bien el ejercicio aeróbico puede realizarse diariamente, una idea general para hacer funcionar los conceptos de hernia discal y ejercicio podría ser realizarlo al menos tres veces por semana. De esta manera estarás fortaleciendo tanto los músculos de la zona afectada como la de tantos otros que pueden llegar a producirte dolores.

Resumen y consejos generales
El dolor lumbar en base a una hernia discal es uno de los dolores más molestos que puede existir dentro de los problemas musculares que aquejan tanto a deportistas como a quienes no interpretan al deporte como parte de su vida diaria.

Dolor lumbar, hernia discal y ejercicio. A grandes rasgos lo primero que debes hacer es consultar a un profesional para que te guie por el mejor camino. Una vez que recibas su aprobación para realizar ejercicio físico deberás averiguar cuáles son los que mejor se ajustan a tu problema, a tu edad y a tu físico (esto último muy enfocado en el tipo de hernia que tengas).

El medio acuático es una estupenda forma de realizar actividad física sin necesidad de exigir a la espalda, ya sea que hablemos de ejercicios en posición vertical, ya que el agua es excelente para reducir la presión de los discos en la columna.

En cuanto a tu hernia discal y ejercicios que deberías evitar, se encuentran principalmente los de alto impacto y rotación vertebral. Como son aquellos en los que necesitas correr y movilizar mucho el tronco, como el fútbol, el baloncesto y el tenis.

Por último recuerda que realizar deporte para mejorar tu situación lumbar no debería ser una carrera de velocidad. Sino más bien una maratón a largo plazo. Es mucho más importante lograr mantener la actividad física a lo largo del tiempo que ser vencido por la ansiedad y querer terminar con el problema rápidamente. Ya que en este caso puede ocurrir que agraves el problema.

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